Nuestras comunidades fueron devastadas por la pandemia de COVID-19 y tienen una necesidad urgente de ayuda directa e integral. Las empresas de nuestro vecindario han hecho sacrificios para proteger la salud de nuestra comunidad y merecen un alivio inmediato. Los estudiantes se están quedando atrás sin clases presenciales y las familias están luchando para que la escolarización virtual funcione. Las personas que están haciendo lo correcto al refugiarse en el lugar tanto como sea posible no deberían tener que soportar la carga adicional de preocuparse por pagar el alquiler, luchar por poner comida en la mesa y pagar el cuidado de los niños. En cada una de estas luchas, las personas indocumentadas, las mujeres y las comunidades de color se ven afectadas de manera desproporcionada. Cuando golpea una crisis económica, estas comunidades son históricamente las primeras en sentir su impacto y las últimas en recuperarse.

Es nuestra obligación moral asegurarnos de que nuestros planes para el alivio y la recuperación de COVID centren estas comunidades y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para asegurarnos de que el alivio llegue directamente a los trabajadores, no a las grandes corporaciones. 

Necesitamos cheques de supervivencia mensuales de $2000 para todos, inscripción de emergencia inmediata en cuidado médico(Medicare) para los que no tienen seguro, una moratoria en los pagos de alquiler, hipoteca y deudas, cancelación de la deuda estudiantil, alivio económico inmediato para las pequeñas empresas y vacunas para maestros para reabrir con seguridad las escuelas. A medida que las vacunas estén más disponibles, necesitamos aumentar la educación y la conciencia sobre las vacunas COVID para asegurarnos de que todos comprendan la seguridad y eficacia de las vacunas y cómo acceder a ellas. Es fundamental que los planes de administración de vacunas den prioridad a nuestros trabajadores esenciales y las comunidades que más han sufrido durante esta pandemia.